domingo, 5 de noviembre de 2017

¿Han venido los Millennials para quedarse?

Las razones de que llevemos quince años de Millennials


Los millennials o, como se conocía previamente, la Generación Y, es decir los nacidos a partir de los 80s, y que son, quizás la generación mejor preparada desde un punto de vista académico, se caracterizan precisamente por ser una de las generaciones peor retribuida en función de sus expectativas. La aparentemente excepcional preparación académica, iba acompañada de una expectativa de mayores ingresos, que nunca se ha llegado a producir. Este colectivo habla un promedio de dos idiomas, maneja perfectamente las tecnologías digitales, se relaciona sin problemas en las redes sociales, compra en tiendas electrónicas, y compra viajes y alojamientos en el mundo virtual. 

Llevo asistiendo al final de las infra condiciones que se le suponen a los millennials desde hace más de 10 años. Que si la crisis, que si la contracción de las condiciones de trabajo, que si eso mejorará cuando tengan más experiencia. Y sin embargo, nada de eso se ha producido. 

Desde KAPS, la consultora que tengo el privilegio de dirigir, hemos analizado más de 100 empresas para poder entender este fenómeno, y lo que hemos encontrado es realmente inquietante y revelador, y tiene muchísimo que ver con la Transformación Humana y Digital.

La Digitalización de los procesos en las compañías, tiene como consecuencia inmediata la automatización de grandes cantidades de decisiones que previamente se tenían que tomar por las personas de la organización. Estas decisiones y tareas de supervisión y control, son típicamente ejecutadas por lo que se conoce en las organizaciones como mandos intermedios. En la medida que avanza la digitalización en una empresa el número de mandos intermedios en éstas, va disminuyendo. Esto es fácil de comprobar en empresas plenamente digitalizadas como Uber, Airbnb, Amazon, etc.

Esto conlleva que en las empresas se vayan polarizando los estratos de dirección y de los trabajadores de base. Es decir, que al desaparecer en gran medida la capa de los mandos intermedios, la única alternativa de los trabajadores es ascender dentro de su especialización (poco incremento de valor retributivo) o ascender a la capa de dirección (gran incremento de valor retributivo). Y esto último sabemos que se da de forma muy escasa. Luego, quien entra a trabajar de empleado de base, de millennial, es muy poco probable que cobre mucho más, puesto que promocionar a mando intermedio va  estar muy disputado dada la contracción de este nivel organizativo,




Esto es lo que nos ha llevado a la conclusión de que los millenials han venido a quedarse, y que su única oportunidad es que entiendan que la salida está en la especialización de su conocimiento para generar ventajas competitivas extraordinarias como trabajador. Y eso ya no lo dan los estudios universitarios, ni el manejo de idiomas, sino dos grandes áreas en las que somos expertos:
  1. La especialización en nuevas competencias digitales, es decir, en manejo de tecnologías y su uso, tales como big data, data scientist, cloud computing, artificial intelligence, chatbots, etc...
  2. Las capacidad de certificarse en capacidades y competencias emocionales necesarias en la Era Digital, muy diferentes a las de la era electrónica. Son estas competencias las que permitirán competir por los puestos superiores de mandos intermedios, pero sobre todo, los que garantizarán el acceso a los niveles directivos.
Lo más inquietante de todo ha sido descubrir lo que significan los mandos intermedios para la sociedad. Esas personas, normalmente bien pagadas, que realizan esas acciones de seguimiento, supervisión y control de equipos de tamaños diversos en las empresas, cuando se van a su casa a descansar, conforman lo que conocemos como la clase media en la sociedad. Que se reduzca el tamaño, grosor y diversidad de la clase media es una mala noticia, que ya hemos podido contemplar a lo largo de la historia en las sucesivas revoluciones (industrial, energética, electrónica,...) y que ahora volveremos a ver. Desgraciadamente las consecuencias a menudo han sido complejas, drásticas y han provocado no poco sufrimiento. Sería interesante que este descubrimiento se analizara en mayor profundidad y se actuara para minimizar los impactos negativos.


jueves, 28 de septiembre de 2017

Emociones Cuánticas y Management

¿Qué tienen que ver las Emociones, la Física Cuántica y el Management?


Hace ya más años de los que me gustaría, tenía que elegir qué carrera estudiar en la Universidad. La verdad es que me gustaban tanto las letras como las ciencias y tenía intereses muy diversos de conocimientos. Por otro lado, siempre estaba presente que la inversión en mis estudios me reportara, una vez acabados, los beneficios económicos esperados accediendo a un buen empleo. Como de costumbre, tuve una breve charla con mi padre, una de esas personas con sabiduría. Él, con tranquilidad, me dijo: "Mira Ramón, la época de estudiante es una de las etapas más bonitas y felices de alguien si estudia aquello que le gusta y para lo que esté preparado estructuralmente. Así que mi consejo es que estudies lo que más te guste, porque finalmente trabajarás de lo que puedas".

Estudia lo que te gusta porque trabajarás de lo que puedas, hizo que me decantara por Química, una de mis pasiones, y dentro de Química me especialicé en Química Física, donde la Física Cuántica conformaba el grueso de las asignaturas. El mundo de la Física Cuántica es mágico e inesperado y a mi me gusta resumirlo en dos frases, aún a riesgo a ser tachado de simplista:

  • La naturaleza de las entidades cuánticas nunca es simple ni única, por ejemplo un electrón es partícula y onda simultáneamente. Esto se llama dualidad cuántica.
  • No existe determinación exacta en su localización y energía simultáneamente, y esto es porque el observador influye es sus características por el mero hecho de observar. Esto se llama principio de incertidumbre.
Casi nada. Una entidad cuántica puede ser dos cosas a la vez, estar en dos sitios simultáneamente; se puede pasar de un estado a otro a través de túneles en la energía teóricamente necesaria para el mundo clásico; el mundo cuántico está compuesto por multitud de partículas y, por si fuera poco, todas estas partículas están interaccionando continuamente con fuerzas extraordinarias. Resultado: que todo eso conduce a la materia y finalmente, a la vida.



En la última conferencia que di en la Universidad tuve ocasión de explicar una nueva teoría al respecto de gestionar con emociones. Desde hace tiempo, la ciencia nos ha demostrado que aquellas personas que gestionan con emociones sanas son no solo más productivas, sino que también tienen la ocasión de mejorar su crecimiento personal. Parece ser una característica común los mejores líderes. Pero ahora la ciencia nos da nuevas pistas de por qué las emociones funcionan como funcionan y cual es su conexión con la cuántica.

La diferencia cuando se gestiona con emociones es que existe un comportamiento ampliado (dual) en la capacidad de ver las cosas. Entre los seres humanos nunca hay nada blanco o negro, nunca hay una verdad absoluta y ni siquiera un único criterio para definir algo. El arte es la expresión más representativa de esta dualidad intrínseca al ser humano y su forma de percibir la realidad. Aquí radica una de las similitudes entre la gestión con emociones y la cuántica. Todo tiene una doble naturaleza y nos tenemos que manejar con las características que más nos interesen en cada momento. Por ejemplo, si tenemos una oportunidad de introducir tecnología digital BPM en nuestros procesos para hacerlos mucho más eficientes y como consecuencia de esta transformación nos sobran 200 personas, que son 200 familias y 200 grandes problemas si los despedimos, tal vez en lugar de un gran problema, resulta una magnífica oportunidad para internalizar el call center y mejorar el trato y contacto con nuestro cliente, de aumentar nuestra fuerza de ventas o de formar a una parte de ese colectivo en nuevas tecnologías para que nos ayuden a seguir transformando la compañía. 



Estamos trabajando para una gran compañía de telecomunicaciones de forma que utilizan un sistema nuestro que mejora la calidad del pago de aquellas personas que suelen tener problemas crónicos a la hora de pagar sus facturas. El sistema, llamado PayCalm, ofrece novedosas alternativas a los procesos actuales y permite cobrar una mínima comisión a los malos pagadores por facilitarles fórmulas innovadoras de pago. Hasta aquí todo normal, pero la verdadera transformación es cuando le damos la oportunidad al cliente final de poder aportar una cantidad de esa comisión a un proyecto solidario de su elección, tales como apoyar la vacuna contra la polio, invertir en la investigación de la vacuna contra la malaria o ayudar en los campos de refugiados. La acogida ha sido absolutamente espectacular. La dualidad cuántica emocional ha realizado su trabajo y hemos convertido a un moroso en todo un filántropo que, además, lo cuenta orgulloso.

Por otro lado, gestionar con emociones lidia con uno de los elementos más complejos del management: la incertidumbre. Hay estudios que demuestran que aquellos ejecutivos que manejan mejor la incertidumbre son los que tienen menos estrés, gestionan mejor la planificación de actividades, tomar riesgos más controlados y en definitiva son más capaces en la toma efectiva de decisiones. Como en la Física Cuántica, podemos conocer la posición de una partícula o su momento (energía), pero no podemos conocer las dos cosas simultáneamente. Esto es lo que se conoce como el Principio de Incertidumbre proclamado por Heisenberg. En el mundo del management no podemos controlar todas las variables con precisión y mucho menos tenerlas perfectamente definidas. Hay un dicho para los emprendedores: Si tienen hecho un plan de negocio completo para su idea, ya van tarde. La idea nace y se empieza a desarrollar sin un plan de negocio perfectamente prefijado. Es una cosa conocida por los triunfadores en los negocios y que rara vez veo que se enseñe en las escuelas de negocios, que es más bien al contrario. Los mejores directivos y ejecutivos no son grandes controladores, aunque les guste tenerlo todo bajo control, sino que se centran en aquellos aspectos que son importantes en el momento preciso para su negocio. Es con su gran nivel de inspiración a sus equipos donde dejan el resto del control a cargo de éstos. 


Pero eso del equipo es otra historia que, con seguridad, requiere una reflexión aparte.

martes, 5 de septiembre de 2017

Jazz Management

Lo que aprendí de Management en una Jam Session


Hay algunos momentos que inesperadamente nos dejan ver luz en la más absoluta de las oscuridades. Soy un amante del buen jazz y hace algún tiempo tuve la oportunidad de ir a un exclusivo club de jazz a deleitarme con una Jam Session. Para quien no esté familiarizado con el palabro, tengo que decir que una Jam Session es, como decía el gran Geroge Frazier:  «Una reunión informal de músicos de jazz, con afinidad temperamental, que tocan para su propio disfrute música no escrita ni ensayada», o dicho en otras palabras, una sesión de músicos que se llevan bien y que tocan de forma improvisada la música que les va saliendo por el camino. Es más si entre el público hay algún músico que quiera subir al escenario y unirse, puede hacerlo con las bendiciones de todos.

Es cierto que el resultado de las Jam Sessions es inquietantemente azaroso, pero no es menos cierto que no deja en absoluto indiferente a nadie, teniendo momentos de increíble calidad y lucidez musical, emocionando y presentando finalmente creaciones de extremada singularidad.

Cuando veo a los músicos tocar, veo como cada uno es dueño de su instrumento, el experto, como todos confían en él puesto que no hay más bajos, o pianistas o baterías que el que la está tocando. Es impresionante observar cómo cuando toca por ejemplo el bajo, todos los demás músicos le acompañan en sus compases, le siguen su giros y le envuelven sin quitarle el protagonismo, todo lo contrario reforzándolo. Incluso cuando hay una cantante improvisando, la música se adapta a sus emociones y a su expresión.

Es aquí donde me di cuenta de cuantas cosas tiene en común una Jam Session con un buen liderazgo emocional en una empresa. Cuando el liderazgo es auténtico, el management se convierte en una jam session, donde todo el mundo saber lo que tiene que hacer, porque es quien sabe hacerlo, todo el mundo se siente protagonista en un momento y es el máximo exponente del conjunto y todos los demás lo saben, lo acompañan y lo apoyan. Cuando las emociones se apoderan del management, se puede dejar fluir lo mejor de cada uno, y se puede invitar con respeto a otros que crean que tienen algo que aportar a que lo hagan para que el resultado sea aún mejor. A nadie hay que explicarle su cometido ni su responsabilidad y todos saben lo que le pasara a la sesión si uno se para o toca como el culo. No es responsabilidad, va más allá, es un espacio donde cada uno puede brillar ante el disfrute de sus compañeros, y cuyo resultado en común es brillante como una supernova.





Sin poder evitarlo, vi paralelismos clarísimos entre las formas clásicas de gestionar a los equipos y cómo lo hacemos en mi consultora. Nosotros somos jazz en estado puro. Cada uno de nuestros componentes tiene autonomía, brilla por sí solo mientras los demás nos desvivimos por acompañarlo y los resultados de la compañía no pueden ser mejores.

Cuando el management es jazz, improvisar es innovar, es encontrar nuevas voces y nuevos escenarios donde decir cosas que nunca han sonado en ningún otro sitio, es divertirse mientras se consiguen resultados increíbles y es, sobre todo, una forma de llegar a territorios desconocidos y enriquecedores.

Cuando el management es jazz la competencia no tiene nada que hacer contra nosotros.


domingo, 3 de septiembre de 2017

Métele un Gol a tu Jefe!!!

Bein Sports saca la herramienta Safe Windows para camuflar las noticias de deporte en el trabajo

Cuando se profesionaliza el engaño y la picaresca


Siempre he pensado, y he defendido, que el deporte es esencial en la vida cotidiana, no tan solo porque el ejercicio físico es intrínsecamente bueno para el ser humano, sino porque el deporte promulga y promueve una serie de valores de alto valor ético, tales como el trabajo el equipo, la capacidad de superación, el esfuerzo y el propio espíritu deportivo de fair play, entre otros muchos.

Es más que evidente que el deporte cala en la gente, que mueve masas y que es un negocio multi millonario. Y esto, que en sí es algo muy positivo, porque es posible hacer el mensaje verdadero del deporte a toda esa gente, también puede representar un enorme problema si se pone el deporte por encima de todo, el deporte como negocio quiero precisar.

Estaba viendo tranquilamente un partido de futbol de mi equipo favorito. La primera parte fue realmente interesante aunque no hubo goles, pero el equipo, en principio más humilde, estaba haciendo un partido extraordinario, demostrando tesón y muchísima energía para superar sus límites.

Lo que no me esperaba, lo que me ha dejado absolutamente nockeado es lo que vi durante el descanso. Era un anuncio de apenas unos segundos de Bein Sports (del grupo Catarí de Televisión Al Jazeera) donde anuncian una herramienta de software para camuflar las noticias deportivas (sí han oido bien, camuflar) mientras se está en el trabajo para que no te pille tu jefe. El sistema se llama Bein Safe Windows (sí han  vuelto a oír bien, Safe! aunque no es para el empresa claro...) y lo que hace es camuflar la noticia y la forma de mostrarla tanto en las hojas de cálculo, como en los editores de texto, en el correo electrónico y otras herramientas habituales de trabajo. Lo voy a repetir porque igual no queda claro del todo: Han inventado un programa para que los empleados puedan ver las noticias de Bein Sport sin que los descubra su jefe. De hecho el anuncio termina con un sonoro de definitivo "Métele un gol a tu jefe".

Es impresionante lo que se puede conseguir con la tecnología: información en tiempo real, mejorar la productividad, automatizar procesos, mantener conectadas a personas y equipos de todo el mundo, etc. Grandes cosas. Pero por lo visto también se es capaz, sin ningún tipo de vergüenza, de lo peor: engañar a tu empresa, no cumplir con tus responsabilidades, ocultar que no estás trabajando, disimular mientras estás haciendo algo que consideras malo. Todo el mundo mientras trabaja tiene derecho a unos minutos de descanso, todo el mundo puede coger su móvil y consultar las notificaciones que le llegan al móvil sobre las noticias más importantes y por supuesto también las deportivas. Pero profesionalizar el engaño es otra cosa. Llevar al nivel de transformar la picaresca en un programa para ocultar las noticias deportivas en el trabajo diario para que tu jefe no te vea que no estás trabajando me parece que se encuentra en las antípodas de los valores que realmente promueve el deporte, entre los que el engaño, en ninguna de sus formas tiene lugar.



Mi sorpresa es que este anuncio, una de cuyas versiones podéis ver en el link de youtube que os adjunto en este artículo, lleva el sello de la Liga Profesional de Futbol, que haría muy bien en no apoyar semejantes iniciativas.

miércoles, 2 de agosto de 2017

7 Trucos para contratar personal en tu empresa

Lo que nadie te cuenta que es importante a la hora de contratar


Son ya más de treinta años en esto del mundo empresarial, tanto en el mundo ejecutivo como de emprendedor y empresario. Durante todo este tiempo, he podido constatar la gran diferencia que hay entre las personas que he contratado mediante un proceso "formal" y las personas que he contratado dejándome llevar más por la intuición. Claro que, como decía un buen amigo mío que se dedica a esto de ser headhunter, la intuición es aquel proceso formal que sucede tan rápido y de forma tan eficiente que no podemos casi explicar con palabras.

He intentado aunar estas "intuiciones" a la hora de contratar a personal para darles algo de método y con la esperanza de que a alguien le pueda ser de tanta utilidad como me ha sido a mí a lo largo de estos años, y que espero me siga sirviendo en estos tiempos tan complicados que nos esperan. El futuro cercano se va a caracterizar por maximizar el valor aportado por cada una de las personas de la organización. No se van a poder cometer demasiados errores sin que se pase una factura considerable a las compañías. Aquí van las siete claves que me han funcionado a la perfección:





1.- Nunca contrates a alguien triste:

La tristeza ni aporta deducciones fiscales ni da ayudas sociales. La tristeza en las personas tristes no solo no desaparece sino que se contagia con gran rapidez a su entorno, y un entorno triste requiere más del doble de energía para obtener unos resultados similares. Una oveja modorra crea rebaño dice el refranero. Si quieres detectar a una persona triste cuenta el número de veces que se queja.

2.- Pregunta si está dispuesto a trabajar algún fin de semana si fuese absolutamente necesario:

Este es uno de los grandes problemas actuales y es que se ha confundido la conciliación familiar con la falta de compromiso y con la falta de un esfuerzo puntual que pueda ser necesario. Dicen que las prioridades han cambiado y que el compromiso por lo propio del trabajador está por encima del compromiso con la empresa. Esto me parece correcto, especialmente si la empresa pudiese sobrevivir sin ese plus de vez en cuando (lógicamente, convenientemente retribuido o compensado).

3.- Averigua si la persona que vas a contratar tiene curiosidad por las cosas:

La curiosidad es la antesala de la inteligencia, es la plataforma que sirve para aprender algo más que los demás, es el inconformismo con la explicación dada y es la palanca para poder derrotar a los paradigmas y al status quo establecido. Dicho de otra forma, una persona sin curiosidad es una tercera parte de una persona con curiosidad. ¡Ah, y aprende sola!

4.- No hay lugar para mala gente:

No solo se deben contratar gente buena, en el sentido que sean buenos profesionales y que sepan de lo suyo, sino que se deben contratar buena gente, es decir, personas buenas, cariñosas, comprometidas con los demás y colaboradores. Los trepas, los codiciosos, los avariciosos, los difamadores, los mete mala saña, los mentirosos y los egoístas hacen que la organización sea un campo de batalla y que toda la energía se disipe en problemas y roces internos, en lugar de orientarse en el cliente, en la mejora de los productos y servicios, y en el crecimiento empresarial y personal.

5.- Que por lo menos tengan un proyecto importante personal:

Los empleados, en primero lugar, son personas. Si como persona no está bien, es imposible que como empleado esté bien. Es importante que tengan una estabilidad emocional importante, que tengan un proyecto de vida establecido o en vías de establecimiento y que tengan espacios de esparcimiento y ocio que complementen los esfuerzos a realizar en el ámbito laboral. La mayoría de malos empleados son personas que en el ámbito personal tampoco tienen un proyecto atractivo y que en definitiva no son felices. parte de esa frustración se vuelca, como no, en el ámbito profesional.

6.- Averigua qué capacidad tiene de autogestión:

Las empresas están formadas por gente adulta, mayores de edad e independientes en su vida personal. Sin embargo, muchos cuando están en el ámbito profesional se vuelven altamente dependientes y hay que dictarles hasta la última palabra para que realicen su trabajo, disminuyendo de forma importante la eficiencia y la productividad. La personas con capacidad de autogestión, de que, una vez definidas las metas, se encargan de planificar los pasos y acciones necesarias para conseguirlas, son altamente recomendables para una empresa. La supervisión y el control es una de las tareas más ineficientes que existen y de por sí ya indican que algo no funciona bien. Busca personas que sean capaces de autogestionarse con responsabilidad y compromiso.

7.- Emociones positivas y capacidad de socializar:

Siempre me ha llamado la atención que para nuestra vida personal escogemos gente con los que nos gustaría irnos de vacaciones y esto nos da igual en el mundo corporativo. La frase "yo no he venido aquí a hacer amigos" ha dañado seriamente el intelecto de mucha gente que ha deducido, que tampoco ha venido a la empresa a tener un trato social y agradable con los demás. Este ambiente extendido es lo que hace, y no otra cosa, que se de el plus por un compañero cuando tiene un problema o cuando la pelota cae en terreno entre uno y otro. Yo siempre me pregunto: ¿me iría a tomar una cerveza con esta persona que voy a contratar? Si la respuesta es un no con cierto tamiz de repulsión, no lo contrato.

lunes, 5 de junio de 2017

El Síndrome de Sísifo y el barrendero de la NASA

No hay nada más peligroso en una organización que los empleados piensen que su trabajo no sirve para nada

Sísifo del rey de Éfira, (posteriormente llamada Corinto), hombre astuto, avaro y mentiroso, que no dudaba en potenciar la navegación y el comercio, para poder robar y asesinar a los ricos viajeros y de esta forma hacerse más y más rico.

Habla la mitología griega que fue él mismo quien, traicionando al mismo Zeus, le dijo a Asopo, el dios de los ríos que su hija Egina había sido raptada por Zeus. Éste mandó a Sísifo al inframundo, no sin ciertas dificultades dada su enorme astucia. Allí fue condenado a empujar una enorme piedra colina arriba, pro cada vez que iba a culminar la cima, la piedra volvía a rodar cuesta abajo y la tenía que volver a subir. Así una y otra vez, por la eternidad.

Este castigo, ha sido considerado por numerosos escritores y filósofos como uno de los más crueles que existen, el de hacer algo con gran esfuerzo que no tiene ningún sentido, que no lleva a ningún sitio y que no es importante en absoluto.


Esta especie de fábula, ha sido frecuentemente usada para explicar lo duro que puede ser llevar a cabo actividades, tareas o trabajos que no tengan ningún sentido para quien los realiza. Y eso es lo que pasa exactamente en numerosas empresas a los ojos de sus sorprendidos directivos que no entienden nada de nada. Sin embargo, es muy habitual que las empresas estén saturadas de trabajadores que no le ven sentido a la tarea que realizan, que no creen que su trabajo sea relevante para el éxito de la empresa y, que en definitiva, no aportan ningún valor. Como Sísifo empujando la enorme piedra ladera arriba. Éste es un problema con el que me he enfrentado en numerosas ocasiones y que no parece tener una solución sencilla. De hecho, la mayoría de directivos simplemente renuncian a gestionarlo y tratan de aislar o reponer a estas personas con Síndorme de Sísifo, como si la responsabilidad fuera exclusivamente de ellas.

Una visita a Cabo Cañaveral nos puede dar una pista de por donde hay que enfocar una solución a este problema. Cuentan que una delegación española fue a visitar la plataforma de la lanzadera espacial Atlantis, la última construida. Barriendo la entrada del edificio de los Headquarters había un señor de color de unos sesenta años, con un mono azul de la NASA, con su logo espacial en el pecho. El señor estaba tan afanado en dejar la entrada impoluta que no se dio cuenta de que estaba en el camino de la comitiva. Uno de los anfitriones le preguntó al barrendero, esperando que se apartara, que qué hacía allí. La respuesta me dejó impactado para siempre. El señor barrendero se incorporó, se apoyó en la escoba y sonriendo mientras miraba la lanzadera espacial al o lejos, espetó: "Yo ayudo a poner hombres en el espacio". Wow! Eso si que es encontrarle sentido al trabajo. Y el secreto no estaba en un barrendero automotivado al extremo. El secreto estaba en la gestión que hacía la NASA de su personal.

Aquí van algunos secretos para que su personal no sufra el Síndrome de Sísifo y pueden entender el poder de su trabajo, la bondad de sus actos y el impacto de sus tareas en el éxito de los objetivos de la empresa:


  1.  Presuma de marca, saque pecho por su empresa, porque no existe ninguna limitación para que sea la mejor o más grande del mundo en algo que los demás no hacen.
  2.  Explique los éxitos y celébrelo con todo su personal. 
  3.  Si algo fracasa nunca es un problema de todos, sino una oportunidad para aprender a mejorar.
  4.  Comunique hasta la saciedad qué objetivos quiere conseguir.
  5.  Pida ayuda a toda la plantilla, si ha entendido bien, ayuda, para cumplir los objetivos.
  6.  Sea generoso cuando las cosas vayan bien y compasivo cuando vayan mal.
  7.  Asegúrese de hacer una fiesta con todo el equipo una vez al año.
  8.  Agradezca el esfuerzo, especialmente a aquellos que han dado mucho más que el resto.
  9.  Tener gente que no ame su trabajo ni su empresa es tener a la competencia en casa.
  10.  Hable siempre bien de su empresa, al fin y al cabo es la suya.




lunes, 22 de mayo de 2017

Cabify: Nuevas empresas con viejos métodos

No hay Transformación Digital si no hay Transformación Humana





Si algo se le debe exigir a una empresa que presume de moderna y actual, líder en transformación digital, es que pongan al cliente en el centro de toda su estrategia. Es lo mínimo. Pero no es lo habitual. En los últimos doce meses hemos realizado un estudio de las empresas consideradas abanderadas de la nueva estrategia digital, entre las cuales hemos estudiado el sector del transporte urbano, tanto el de alquiler de vehículos con conductor (como Cabify o Uber) como los de la economía colaborativa (tipo BlaBlaCar, Car2Go o eMove). Especialmente el primer segmento está intentando revolucionar un sector extremadamente regulado y exento de verdadera competencia, el del taxi en las corporaciones municipales de las grandes capitales. Todo el que tenga experiencia en las grandes capitales donde las corporaciones municipales del taxi tienen el monopolio ha experimentado la sensación de una enorme dificultad de que el servicio esté orientado verdaderamente al cliente: limpieza, estado de los vehículos y trato al cliente suelen ser las quejas que están en el top de las expresadas. 

La resistencia de el sector del taxi a la introducción de nueva competencia a través de empresas como Uber o Cabify está siendo férrea y en algunos casos rayando lo inadmisible. A ello, se le suma la dificultad del usuario para escoger una plataforma que le haga la vida más sencilla. Hay pocas diferencias entre las aplicaciones que un cliente puede usar para coger un taxi y las de Uber o Cabify. Una diferencia estriba en que para los taxis metropolitanos hay una miríada de opciones (Mytaxi, Hailo, Easy, PideTaxi, QuieroTaxi, TaxiClick, etc...) que siempre dificultan su elección por parte del cliente final. 

Aunque, en principio, se podría pensar que los costes pudieran representar el diferencial por los cuales la gente decide cambiarse a las aplicaciones de la competencia, en realidad, el 90% de las personas lo hacen por la calidad en el servicio, resumida esta en tres puntos: cordialidad y buen trato del conductor, estado y limpieza del vehículo, y disponibilidad cuando se necesita. Parece que, en general, las nuevas compañías trabajan en este diferencial y por ahí van consiguiendo su trocito de pastel. Pero, ¿qué es lo que sucede cuando algo va mal? Ahí es donde estas nuevas compañías deben echar el resto, donde de ninguna manera pueden fallar, no pueden comportarse como si fuesen un monopolio, no pueden mostrar comportamientos que contradigan su predicado de que el cliente no solo es lo más importante sino que está en el centro de su estrategia. Si lo hacen el efecto es demoledor.

Una de las compañías que hemos analizado en detalle es Cabify, especialmente a raíz de descubrir algunos problemas de funcionamiento. Muy al contrario de lo que el sector del taxi metropolitano suele explicar en los medios, se produce un estricto pago de licencias, así como de los impuestos correspondientes y no es que tengan menos cargas tributarias en sí, sino que el modelo de explotación del principal activo (el vehículo) es mucho más intensivo. Lo normal es que el propietario del vehículo y la licencia tenga varios chóferes trabajando a turnos (entre cuatro y cinco) para que el vehículo esté funcionando 24 horas 7 días a la semana. Los sueldos de los conductores suelen, por lo general, estar dentro del intervalo de los mil euristas con primas por superar facturaciones mensuales que, como mínimo, tripliquen su sueldo aproximadamente. Es esta parte del modelo la que hace eficiente el coste para el cliente, especialmente si se tiene en cuenta que los conductores suelen ser noveles y muestran en su inicio escaso conocimiento de la ciudad, dejando toda responsabilidad a sus GPSs, con los consiguientes problemas. 

Como usuario intensivo de taxis metropolitanos durante más de 30 años nunca me he encontrado en la tesitura de que me cancelen un servicio sin avisarme, de que me cobren un servicio sin dármelo, y de perder un avión porque mi medio de transporte simplemente no se presentó. Es realmente paradójico que esto pueda realmente suceder en una empresa cuya máximo interés es poner al cliente en el centro y darle, no un servicio diferencial, sino realmente el mejor de los servicios. Sin embargo, en esta plataforma se ha convertido en algo muy habitual. Y, lógicamente, me pasó también a mí. Ésta es la secuencia de los hechos . Juzguen Uds. por sí mismos:



Un día reservo un Cabify por la noche para que me recoja a las 8:00h del día siguiente, para ir a un hotel donde tenía que dar una conferencia. Recibo de forma inmediata la confirmación de mi servicio en el correo electrónico. Lógicamente no era el primer servicio que reservaba. Yo suelo ser una persona extremadamente puntual por lo que cinco minutos antes de las 8:00h ya estaba en el portal de mi casa esperando. Además, era una cita muy importante donde había cientos de personas esperando mi intervención. Siempre me había encontrado al chófer esperando. Me extrañó que a las 8:00h nadie se hubiera presentado. Ese día llovía a cántaros y pensé que tal vez esa fuese la causa. A las 8:13h puse un mensaje en Atención al Cliente de la plataforma y decidí buscar una taxi metropolitano, cosa que por el estado del tiempo se pueden imaginar no fue nada sencilla. Al final la fortuna persigue a los justos y apareció uno a tiempo para llegar por los pelos a mi destino.

Puse un Twitt referente a que mi taxi no había llegado, a lo cual la compañía me dijo que escribiera a atención al cliente, cosa que ya había hecho. Me contestaron 13 horas después (sí, han entendido bien, 13 horas, con dos dígitos, ni 1 ni 3, 13!) y la contestación fue la siguiente:

Buenas tardes Ramón,

Gracias por escribirnos. 

Sentimos lo sucedido.  Hemos podido comprobar que dicho servicio se canceló de manera automática al no poder verificarse su método de pago, que declinó la preautorización. 

Para evitar este tipo de circunstancias en el futuro le recomendamos revisar la correcta disponibilidad de su método de pago. 

No dude en escribirnos si le surge cualquier pregunta al respecto. 

Un saludo, 



Pueden darse cuenta del tono, donde me sugieren que revise mi método de pago para que no me pase esto de nuevo. Ni una palabra de por qué se revocó una tarjeta que sigue activa en el sistema, con la que he pagado todos los servicios anteriores, con la que sigo comprando y con la que el banco me asegura no hay ningún problema. Ni una palabra de por qué nadie me avisó de la cancelación ni nadie se puso en contacto conmigo. Mi última comunicación con la compañía fue que el servicio estaba confirmado. Lógicamente protesto por escrito al soporte y 5 días después (sí han vuelto a entender bien, 5 días después!) para mi sorpresa y estupor me contestan lo siguiente:

Buenas tardes Ramon:

Gracias por escribirnos.

Lamentamos mucho no haber podido avisarle inmediatamente, ya que el sistema no avisa de las cancelaciones que se producen debido al alto número por diversos motivos. 

La pre autorización del método de pago, lo realiza el sistema de manera automática en el momento en el que un servicio se pone en activo, de no poder realizar la pre autorización lo cancela automáticamente, es realmente un método para proteger a la empresa y a nuestros clientes de posibles fraudes.

Cualquier pregunta al respecto no dude en contactarnos.

Un cordial saludo



Como pueden seguir observando, el cliente está en el centro, pero de una diana.  Me comunican ahora que lamentan no haberme podido avisarme inmediatamente pero que su sistema NO AVISA DE LAS CANCELACIONES DEBIDO AL ALTO NÚMERO. Me comunican que la confirmación de mi reserva es papel mojado, porque la pre autorización se realiza minutos antes de enviarle al chófer el servicio. Y me comunican que es un método para proteger a la empresa (ahora entiendo muchas cosas) y especialmente a mí de posibles fraudes. Increíble para una empresa de nueva factura. Una posterior conversación con la "Excellence Manager Spain" me confirmó que mi tarjeta estaba activa y que cuando se reserva el servicio les da un error indeterminado sin ningún código de respuesta. Mi banco me asegura que es un problema de Cabify, cosa que mi experiencia me confirma, pues sigo utilizando mi tarjeta de crédito para múltiples compras, dentro y fuera de España, siempre con saldo más que holgado.

Y es aquí donde entra lo profundo de mi discurso. Como Presidente de una consultora especializada en Human & Digital Transformation, como profesor universitario especializado en Information Technology y en Customer Experience, quiero trasladar a estas nuevas empresas, sin más animo por el momento de centrarme en el ejemplo ilustrativo, de la vital importancia de no solo situar al cliente en el centro de los procesos digitales, sino de ponerlo en el centro de los procesos que no pueden manejar las máquinas, que requieren por parte de la empresa una interacción humana para relacionarse con su cliente. Esta Human Transformation de los equipos es fundamental para el éxito de estas nuevas empresas,  o su vida será efímera como flores de mayo.

Es necesario que las nuevas empresas revisen sus procesos, sus modelos de atención, sus indicadores, los impactos en las redes sociales, las críticas feroces de la competencia, sin complejos y con el ánimo de mejorar y de no caer en los mismos problemas que las empresas tradicionales. Es imperativo que se pongan en manos de expertos que sean capaces de analizar, desde la independencia, cómo es posible que los fallos de volumen o capacidad de los sistemas puedan afectar de una forma tan contundente a la calidad y fidelidad de los clientes. En definitiva, es muy importante que acudan a los profesionales capacitados que les puedan ayudar a identificar problemas de predecesión de verificaciones, autorizaciones, confirmaciones o cualquier otro error en sus procesos o sistemas que eche al traste tanto esfuerzo por innovar. 

Cuando una empresa se digitaliza no solo los sistemas tienen que ser infalibles, sino que la atención humana tiene que ser mucho más que simplemente humana cuando éstos fallan. Aquí va mi decálogo para la mejora:


  1. Si los sistemas fallan no se lo expliquen al cliente, a él le da igual, comuníquenselo a su equipo de IT con urgencia. Tienen un cliente a punto de abandonar su barco.
  2. Si un cliente se pone en contacto con Uds. por una incidencia siempre es importante y siempre es urgente. Atiéndanlo rápido, créanme está esperando impaciente su respuesta.
  3. Nunca es la mejor estrategia decirle al cliente que haga algo que deberían hacer Uds. por él y hacerlo bien. El cliente pensará que debe pagar menos si él tiene que hacer algo por Uds.
  4. Dispongan de un libro de estilo que se adecue a sus clientes. Sus clientes no son sus colegas son su fuente de ingresos.
  5. Nunca le digan a un cliente sin estar seguros de que Uds. llevan la razón de que lo hacen para protegerse como Empresa. Puede dar la sensación de inseguridad y de no estar controlando la situación de verdad.
  6. Nunca le digan a un cliente que no hacen algo porque hay mucho volumen o porque es un lío. Se supone que Uds. tienen que ser muy buenos en solucionar problemas y líos internos.
  7. Si le dicen a un cliente que lo hacen para protegerlo a él asegúrese que no le hayan causado un grave perjuicio primero. De lo contrario pensará que actúan Uds. con exceso de demagogia y posiblemente con algo de cinismo.
  8. Poner al cliente en el centro no es rodearlo, es tener en cuenta sus opiniones para mejorar. No hay cliente que no considere que la empresa que ha escogido para que le de servicio no es la mejor que podía escoger. No lo den razones para lo contrario.
  9. Los Contact Center y centros de Atención al Cliente deben ser conocedores del entorno y la cultura del cliente. No cometan por ahorrar costes errores que ya cometieron las "viejas" empresas.
  10. Revisen y rastreen las redes sociales no con el ánimo de minimizar los impactos negativos, sino con el ánimo de mejorar aquello que los clientes les están haciendo el favor de explicarles gratis y libremente. Escuchar activamente siempre ha sido una de las claves del éxito de los mejores.
Aquí les dejo algunas voces por si no las han escuchado. 





martes, 2 de mayo de 2017

Reverse B2C: La nueva forma de afrontar el Customer Experience

Dándole la vuelta al calcetín


Por regla general, cuando diseñamos un producto o un servicio para nuestros clientes existe una silla que suele estar vacía: la del cliente. Esto, que desde un punto de vista puramente formal muchos directivos niegan, es uno de los grandes problemas que luego se arrastran en cuanto a ofrecer una buena experiencia de cliente.
Cuando a mis clientes les explico esto, especialmente en los últimos años, me miran extrañados y me dicen aquello de "Sr. Cabezas, eso será en otras empresas, en la nuestra tenemos muy presente al cliente, sus opiniones, panelamos sus gustos, así que eso no va con nosotros". Claro que cuando les sigo explicando no tienen más remedio que darme la razón.

Lo que es absolutamente cierto, es que la mesa de diseño de los nuevos productos y servicios de una compañía está conformada principalmente por los responsables de marketing, productos, atención al cliente y operaciones. En empresas más avanzadas también están incorporados los responsable de Tecnologías de la Información. Es difícil ver en las etapas iniciales al cliente, y posiblemente en las etapas finales está de una manera puramente consultiva y formal.
Esto es más que evidente en cuanto a que después de diseñar tales productos y servicios nuevos, no suele existir una pérdida de poder organizativo en ningún órgano u organización interna que haya formado parte del diseño. Es decir, el responsable de atención a cliente no se queda con la mitad de su equipo en los call centers; el responsable de operaciones no se queda sin back offices; es decir, nadie que ha participado en el diseño de esos nuevos productos o servicios se queda con la mitad de su plantilla, o se hace tan eficiente que tiende a desaparecer. Nadie se pega, lógicamente, un tiro en el propio pie. Esto es lo que se conoce como el “SEPO” o “Sesgo del Equilibrio de Poder”.

El SEPO se produce continuamente dentro de las empresas, casi sin darnos cuenta.  Cuando diseñamos un producto como el famoso botón de Amazon para pedir productos a domicilio, los responsables de logística argumentan que no podrán controlar la demanda, que perderán el control del stocakge; los de atención al cliente que recibirán más llamadas si los clientes no son tratados como la promesa de servicio exige, los de IT que los sistemas deberán tener mayor nivel de integración y fiabilidad. Todo el mundo verá problemas, donde lo que existe es una verdadera oportunidad de hacer los procesos más eficientes, automáticos, sencillos y agradables desde el punto de vista del cliente final.
Con todo esto, lo que quiero decir es que debe haber otra forma de diseñar nuevos productos o servicios para los clientes que maximicen su experiencia de uso o consumo. Existen diversas metodologías pero hoy voy a hablar de la que me parece más innovadora y eficiente.
Como alto directivo de multinacionales y después de muchos años esperando que las mejores firmas de consultoría vinieran con alguna metodología para realizar la transformación de los procesos, cosa que nunca llegué a ver, se ha desarrollado una metodología que parece dar cumplida respuesta a tales inquietudes. La metodología en cuestión se llama PETRA©, una metodología en cinco etapas, que es capaz de facilitar la mejora y transformación de los procesos empresariales. 



Dentro de esta metodología, existe una nueva forma de generar, de crear nuevos productos y servicios utilizando el punto de vista del cliente. Esta se denomina, REVERSE B2C© (Reverse Business to Customer, haciendo alusión a darle la vuelta a la forma de analizar las necesidades de los clientes). Lo que hace esta metodología es, entre otras cosas tener en cuenta los aspectos más emocionales e instintivos de los clientes. 



Por ejemplo, si somos un banco debemos preguntarnos por cuál es la relación entre las personas y el dinero. Si la analizamos, nos daremos cuenta que la relación entre las personas y el dinero, es una relación de felicidad. Es cierto, y creo que todos estamos de acuerdo en ello, que el dinero no da por sí la felicidad, pero no hay duda que ayuda a cumplir con los deseos y aspiraciones de las personas, facilitando de una forma decisiva el cumplimiento de nuestros objetivos. Pero si analizamos cuál es la relación de las personas con el dinero que tienen en los bancos, encontramos que es una relación de profunda preocupación. Sin embargo, cuando el banco provee los productos o servicios a sus clientes, no tiene en cuenta esta visión y eso produce un enorme desajuste entre la experiencia de cliente que se quiere dar y la que percibe el propio cliente. Hablaremos más adelante de una nueva forma de aproximarse al cliente denominada Emotional Banking.





Si analizamos la relación entre las propiedades que poseen las personas y éstas, nos damos inmediatamente cuenta que es una relación basada en la posible pérdida de la propiedad y por tanto el afán de conservación y protección. Es por ello que las personas tratan de contratar seguros para disminuir su ansiedad. Curiosamente si se analiza el customer journey del cliente que contrata un seguro, el vórtice de confianza se da justo en el momento en que al propietario le llega el cargo de que el seguro está cobrado. Es muy poco habitual que cuando te quiten el dinero de tu cuenta corriente estés realmente satisfecho, y esta es una de esas contadas ocasiones. La pregunta es, ¿aprovechan las aseguradoras ese momento para mejorar su experiencia de cliente? La respuesta es, por lo general, no! Por otro lado, se sabe que el sumidero más profundo de confianza en el cliente de seguros se da cuando tiene un incidente. La pregunta es, ¿se hace algo al respecto, de forma que se disminuya la profundidad y amplitud de tal sumidero de confianza? La respuesta suele ser de nuevo, por lo general, no! Una nueva forma de solucionar este problema la pueden encontrar en el producto HelpyPlus que mejora de una forma espectacular la experiencia de cliente, al mismo tiempo que disminuye los costes operativos.



Existe, por lo tanto, una nueva forma de diseñar productos y servicios, generando nuevas experiencias de cliente mucho más eficientes y duraderas. Tan solo hay que estar dispuesto a soltar amarras para navegar en esta nueva realidad.



jueves, 9 de marzo de 2017

Manifiesto de los Derechos Emocionales en la Empresa


Manifiesto de los Derechos Emocionales en la Empresa


¿Por qué tengo que ocultar mis emociones en el mundo corporativo? ¿Cuál es la razón por la que existen tantas dificultades para que la gente emocionalmente sana triunfe en la empresa?

Quiero, desde aquí, reivindicar el poder de las emociones para conseguir una empresa más sana, más fuerte, más sostenible, entregada y amable.

Quiero, desde este minúsculo atrio, diseminar la semilla que contiene la emoción más pura y sana, para que germine en el corazón de la empresa, y de esta forma hacerla más grande y poderosa.

Por ello, reclamo el derecho a experimentar mis emociones en las reuniones, a expresar con suma delicadeza mis vivencias, mis miedos, mis anhelos y mis decepciones, para que en el caso mejor yo pueda ayudar a un compañero, para que, en el peor de los casos, alguien me pueda ayudar a mi.

Quiero también, reclamar el derecho a que se me lidere teniendo en cuenta mis emociones y a que me dejen liderar con ellas.

Deseo con fuerza, que todas las emociones tóxicas se queden sin oxígeno para que no puedan seguir creciendo, y que los miedos al cambio, a la transformación, se transmuten en esperanza y sana excitación del nuevo mundo que se está a punto de descubrir.

Exhorto a los responsables de gestionar a las personas a que sean permeables a la gestión con emoción, a los gritos y gestos de los jóvenes que se incorporan a la empresa, y a las dudas y los temores de los que llegan lentamente al final de su carrera.

Recuerdo el deber de los dirigentes de las empresas a gestionar a los empleados con las mejores emociones, a comprender cómo unas emociones sanas equivalen a una mayor productividad y a unos resultados más sostenibles en el tiempo.

Para terminar, reclamo el derecho de cualquier trabajador, mando intermedio o directivo, a que sus emociones sean tenidas en cuenta, valoradas y aprovechadas en pos de una empresa mejor en un mundo mejor.