lunes, 31 de diciembre de 2018

Deseos Para Un Nuevo Año

Mis deseos para un 2019 que empieza hoy


Los últimos acontecimientos mundiales están abocando al mundo entero a una espiral de violencia de reivindicaciones descarnadas y a que tanto las posiciones políticas como las personales se extremen sin que sepamos muy bien a dónde nos llevará todo esto. Es por ello que quiero transmitiros mis deseos para este 2019, en la esperanza de que se cumplan, o sirvan de revulsivo que permita conseguir las fuerzas necesarias para cambiar las cosas y conseguir un mundo mejor aún que el que tenemos.

Te deseo que entiendas que tú eres la pieza
 más importante para cambiar el mundo,
que cojas conciencia de ello, 
porque toda la gente como tú 
es la que acaba nombrando a quienes nos gobiernan,
y, en definitiva, quienes nos administran
son los que pueden hacer un mundo mejor
o peor.

Quiero que entiendas que ni tú, ni yo, ni nadie,
somos perfectos, y que de esa imperfección también 
se puede extraer belleza y 
que es lo que nos hace únicos e irrepetibles,
y que de no ser así, 
no sería posible encontrar la fuerza para mejorar
hasta llegar a viejos más sabios de lo que nacimos.

Me gustaría que reflexionaras sobre lo que tienes, 
y para empezar si estás leyendo esto, 
casi seguro que perteneces a una parte del mundo privilegiada,
porque si entiendes lo que tienes 
serás capaz de entender lo que les falta a los demás
y, sobre todo, lo que puedes llegar a perder 
si no fuese posible administrarlo de una forma razonable,
repartiendo riqueza pero, sobre todo, creándola, 
porque si se reparte lo que no se genera, 
se acaba, para todos y para siempre.

También, quiero que pienses en el amor,
porque no hay mayor fuerza para mover el mundo que el amor,
no el que queremos que nos profesen, 
pues eso no depende de nosotros,
sino el que que tenemos para dar,
que debe ser ejemplo para los demás
y que, sin duda, nos volverá de algún modo, 
no necesariamente de los que amamos,
pero sin duda volverá.

Quiero que comprendas, porque lo dice la ciencia y no yo,
que los humanos somos una sola raza,
y que lo que nos separa no son los colores,
ni el dinero que tenemos en el banco,
sino las ideas y las creencias,
por lo que te pido que luches contra aquellas
que dicen que unos son superiores a los otros
o de aquellas otras que dicen 
qué los demás nunca serán como nosotros.

Por otro lado, te deseo que tengas trabajo,
y si no, que lo busques con todo tu empeño y esfuerzo, 
y si aún así no lo consigues, que lo crees con tus manos,
porque los sistemas de protección están ya en los huesos 
y los seres humanos debemos sentirnos útiles y completos, 
y debemos ser independientes a través de nuestro esfuerzo,
y con él, conseguir la independencia para nuestros seres queridos.

Piensa, también, en el Planeta, 
porque es tu casa como lo es mía,
y la debemos cuidar, no por nosotros, 
que moriremos antes que el problema sea irreversible,
sino porque por todo aquello por lo que hemos luchado, 
se irá cuando el planeta se apague y se quede sin vida, 
y todos nuestros esfuerzos habrán sido propios de insectos, 
a los que amamos y despreciamos simultáneamente,
 y no de seres humanos.

Creo que si todo esto se cumple, 
se me ocurriría pedirte que el camino que traces
para conseguirlo sea divertido,
te rías y hagas reír,
porque la felicidad tiene mucho que ver con disfrutar 
de cada día y no de lo que conseguimos con los años. 










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